Friday 5 June 2020

Anónimos

Anónimos


Cortometraje con subtítulos en inglés

Please, note that one of the characters is half Italian, has a bit of an Italian accent and uses a couple of expressions in this language (like ´pronto´, which in Spanish means ´soon´ or ´early´). He is also half Spanish.

Even at a beginner level, you might be able to hear vocabulary related to giving directions and physical descriptions.


    Quizlet:


If you like, you can have a look at the following quizlet set of flashcards to learn some vocabulary used in the film (41 entries):

Quizlet flashcards on Anónimos






Transcripción



“A ver, ahí donde estás, ¿qué ves a tu alrededor?”   
                                                            
“Veo un puente”

“Bueno, es que hay más de 400 puentes en Venecia. A no ser que es uno particular. “

“Es un puente de piedra, con escalones”

“No, nada. Déjalo. ¿Otras cosas?”

“Es que no hay mucho. Gente, tiendas. ¿Pero seguro que si te digo el nombre de la calle no te ayuda?”

“No sé, intenta. Pero como llevo aquí solo una semana no conozco bien los nombres.“

“A ver, aquí dice Calle Fratellini. ¿Te suena?”

“No, para nada. A ver, ¿ves unas señales amarillas con unas flechas que digan Ferrovia y Plaza de Roma?”

“Ah, sí, sí. Las veo. Genial, Podríamos quedar en uno de los dos sitios”

“Sí, podríamos… pero, vamos, esto es un laberinto. Por el tiempo que ha pasado puede que estamos cada uno en una punta de Venecia. Yo pensaba más bien…”

“Por cierto, ¿eres argentino?”

“¿Quién, yo? No, ¡qué va! Padre italiano y sí, madre española”.

“Ah, es que lo hablas muy bien”

“Gracias, pero escucha, ¿segura que no sabrías volver atrás?”

“No tengo ni idea. No sé el nombre ni la dirección. Estoy completamente perdida”

“Tranquila. Ya verás que lograremos quedar”

“A ver si esto te ayuda. Estoy viendo una torre inclinada”

“¿Una torre inclinada? ¿Qué estás, en Pisa? Andas rápida”

“¡Que no, tonto! Es como un campanario de ladrillos. Está algo torcido.”

“¿Aquí, en Venecia? ¡Madre  mía! Nunca oí de eso”

“¡Veo otro puente!”

“Otro puente…”

“Pero este es distinto. Es muy grande y de madera.”

“¿De madera? Ah, ¡ya sé! Es el puente de la Academia! Ya sé dónde estás”

“¡Genial! ¿Me quedo aquí?”

“Mira, no estamos lejos. Pero mejor quedar en algún sitio intermedio.“

“Bueno, dime donde”

“¿Ves las cúpulas de una basílica, desde el punto más alto del puente?”

“Sí, ¿estás ahí?”

“No, no. Esa es la Madonna della Salutte. Tú, bájate del puente, guardando las cúpulas a tu izquierda. Luego, gira a la derecha. No, no, izquierda y sigues por esa calle todo recto. Al final, te encontrarás en un embarcadero, frente al mar. Ahí, nos vemos.”

“Vale, a ver si entendí bien”

“Es muy, muy fácil”

“¡Jo!, ¡estoy perdida!” “Me siento como… como en  un museo, con un audioguía”

“Sí, aunque, ¡qué suerte perderse en Venecia! Es como perderte en tu propio museo.”

“¿Pero no me has dicho que llevas aquí viviendo una semana?”

“Pues sí, soy de Génova. Vine aquí para hacer un curso”

“¿Un curso? ¿De qué?”

“Nah… de fotografía, es que soy fotógrafo” “Y tú, ¿qué? ¿Estás de vacaciones… o…?”

“Sí. Bueno, no… algo así”

“Pero, ¿estás sola? ¿O te están esperando?”

“No, no, no. ¡Qué va! Vine sola. Larga historia”

“Oh, mientras hablamos, una pregunta: ¿cómo eres?”

“¿En qué sentido?”

“En el sentido que hay mucha gente. ¿Cómo te voy a reconocer? ¿Cómo tienes el pelo? Cosas así…”

“¡Ah! Pues, llevo puesto un vestido; tengo el pelo largo y un teléfono pegado a la cara”

“¡Ya te veo, creo! Filippo, mucho gusto”

“María, encantada”

“Te imaginaba distinta”

“¿Distinta? ¿Cómo?”

“No sé, distinta. ¡Eres pelirroja!”

“Bueno, un poco”

“Hola”

“Hola”

“¿Pero cómo ha podido pasar?”

“No sé, ni idea”

“Pero como son idénticos, en algún momento…”


“Entonces, ¿tú también estabas ahí?”

“Sí, exacto. Me tomé un capuccino. Pagué, me fui.  Y no me acuerdo haberte visto, mínimamente.”

“Yo tampoco”

“Quizá cogiste mi móvil y dejaste el tuyo, no sé.”

“Tiene que ser así, por fuerza. ¿Pero cuánto te van a cobrar la llamada al extranjero de tu móvil?”

“¡Es verdad! Bueno, da igual” 

“La verdad es que me siento como culpable, por toda la movida. ¿Me permites invitarte a una copa para disculparme por las molestias?”

“Ah, no te preocupes. No es culpa tuya ni mía. Estas cosas pasan”

“Vale, pero de todas formas, me gustaría invitarte a un café o algo.”

“Bueno, no te preocupes, mira, eres muy simpático y muy amable. Gracias por lo del móvil pero no te lo tomes a mal, la verdad es que prefiero estar sola.”

“No, no importa. Está bien, vale. De todas formas tienes mi número, por si acaso. Ya sabes”

“Vale”

“Ah, espera. Una cosita más. No te muevas. Dos cosas: primero, quiero una foto del día, un recuerdo. Y segundo, por si acaso las quiero guardar si tengo que denunciar una desaparición a la policía.“

“Vale. ¡Gracias!”

“No, a ti”

“Ciao”          
  

“Lo sabía”

“Pronto” (Italian)

“Hola, Filippo”

“Hola, María. ¿Qué pasa?”

“Creo que deberíamos quedar otra vez.“

“¿Ah sí? Pues, muy bien porque lo pienso yo también”

“¿Te has dado cuenta?”

“¿dado cuenta…?”

“¡…de que llevas puesta mi cazadora y yo, la tuya!”

“No. ¡ma non! (italian), pero, ¿qué es eso? No te muevas. A ver, no te muevas. Cuando te marchaste, ¿hacia dónde te fuiste?”

“No sé. Di una vuelta a la izquierda, luego fui recto… No, no, no, espera”

“Ahí, donde estás ahora, ¿qué ves a tu alrededor?”

“Veo… un puente”

“¡Otro puente!... izquierda, y sigues por esa calle todo recto”

No comments:

Post a Comment